Difusión
Entre las tareas del grupo, está la difusión y comunicación del proyecto y de las proyecciones. Es uno de los aspectos más complejos y al mismo tiempo un factor muy relevante para lograr que la programación llegue a personas –y especialmente a jóvenes– que no son espectadores habituales de cine europeo o de autor.
Lo primero que nos preguntamos es cómo les llegan las informaciones a los propios jóvenes que forman parte del grupo. Ellos mismos analizan sus hábitos y canales de comunicación o información habitual. A partir de este análisis, establecen qué medios utilizarán para su proyecto: redes sociales, difusión vía whatsapp, carteles, web, etc.
La diversidad de canales y herramientas requiere la organización por comisiones o grupos de trabajo, para que cada miembro pueda implicarse en los ámbitos que le son más afines o que más le interesan. Para enriquecer sus planteamientos y ampliar sus conocimientos puede ser interesante organizar reuniones de trabajo con profesionales de cada una de las áreas (diseñadores, community managers, etc).
Otro aspecto muy relevante es el nombre y la imagen gráfica del proyecto. Muy probablemente sea una decisión que requiera muchas conversaciones y mucho tiempo.
Una vez más, la entidad organizadora no sólo asesora al grupo sino que también participa activamente en la difusión: a través de sus mailings y redes sociales, contactando con prensa y medios de comunicación, etc.