Propuestas para ver y hacer cine. Árboles
Filmando con dispositivos móviles
Convivimos a diario y a lo largo de los años con los árboles que habitan nuestras calles, pueblos, ciudades; incluso los patios de nuestros colegios. A menudo apenas los miramos; y sin embargo, sabemos que son fascinantes y han fascinado a creadores/as de todas las épocas y todas las manifestaciones artísticas: literatura, pintura, fotografía y, por supuesto, cine.
Tienen una singularidad que, ya de entrada, los hace especiales: son seres vivos que permanecen enraizados en un lugar fijo y al mismo tiempo experimentan infinitas variaciones con el paso de las estaciones, en relación con las meteorologías –en particular con el viento y con los juegos de luz y sombras–, a medida que crecen y envejecen… Además, todos/as nos relacionamos con los árboles: nos ofrecen su cobijo del sol intenso; esperamos que den frutos, apoyamos nuestras espaldas en sus troncos…
Por todo ello, los árboles pueden ser retratados, es decir: mirados con atención y afecto, observando las singularidades que hacen que cada árbol sea único, y desde una relación afectiva, que conecta con recuerdos o vivencias.
Jonas Mekas, gran cineasta lituano que empezó a hacer cine tras llegar a Nueva York, donde viviría hasta su muerte en 2019 a los 96 años, se refiere así a su experiencia:
Había un árbol en Central Park que quería filmar. Me gustaba de verdad, y comencé a filmarlo muy pronto -cuando me estaba iniciando en el cine. […] ¡Es mi árbol! Es el árbol que quiero.
Lo que aquí proponemos es retomar el gesto y el deseo de Jonas Mekas y retratar también nosotros/as los árboles que amamos o que, con el cine, aprenderemos a mirar y amar. Los observaremos y filmaremos, los aprenderemos a conocer con la cámara, estaremos atentos a cómo se transforman o varían en las diferentes horas del día y a lo largo del año, con el paso de las estaciones.
DESARROLLO
Preámbulo
Proponemos dos posibles inicios.
Podemos empezar proponiendo a los/as alumnos/as que describan un árbol en el que se fijen a menudo: los colores, la forma, las hojas, el tronco, cómo incide la luz sobre él, cómo cambia a lo largo del año… Además de describirlo por escrito, podemos proponer dibujarlo de memoria. Después, lo observaremos con mayor atención durante la siguiente semana y empezaremos a fotografiarlo o filmarlo.
Otra manera interesante de iniciar este proceso es proponiendo a los/as alumnos/as que recuerden algún árbol que sea especial para ellos/as, lo describan y/o lo dibujen, y narren sus recuerdos.
Visionados
Los primeros visionados que aquí proponemos son muy cercanos a lo que nosotros/as podemos filmar, en cuanto a las características de los planos se refiere.
Incluimos también un fragmento de Jean-Luc Godard más complejo técnicamente, pero que puede resultar muy inspirador.
Miraremos los fragmentos con atención e interés, preguntándonos por las elecciones cinematográficas y dialogando con los filmes de los cineastas desde nuestro lugar como cineastas.
Rodaje
Proponemos desarrollar la propuesta en dos momentos: primero en grupo, consensuando el plano entre varios/as alumnos/as, acompañados por un/a docente y/o cineasta; después, cada alumno/a en sus lugares, a partir de su mirada y sensibilidad singular.
En el caso de que antes ya hayamos realizado la propuesta ‘Diarios de espacios’, podemos iniciar los retratos de árboles directamente de forma autónoma por parte de los/as alumnos.
Si nos iniciamos filmando en grupo, será interesante empezar recorriendo espacios cercanos a la escuela para localizar árboles que nos parezcan especiales y que tengamos deseo de filmar. Prestaremos atención a los árboles y también a su entorno, a cómo incide la luz sobre sus ramas o su tronco; también valoraremos si el espacio permite tomar distancia para filmarlo.
Una vez elegido “nuestro” árbol, será importante que lo estudiemos: podemos acercarnos a mirarlo a diferentes horas del día para ver cómo se transforma con los cambios de luz; observaremos atentamente sus colores y formas… Después, ya con la cámara en mano o encuadrando con las manos, nos moveremos en torno suyo para encontrar nuestro encuadre: lo rodearemos para mirarlo desde diferentes puntos de vista y para observar su fondo desde las diversas perspectivas; nos acercaremos y alejaremos; analizaremos si cabe en el encuadre o si necesitamos hacer algún movimiento de cámara, veremos cómo según la distancia a la que nos situemos variará la sensación de sus dimensiones; también será importante valorar qué lugar queremos dejar para el contexto en el que se sitúa el árbol: si queremos mostrarlo sólo o queremos mostrar la vida a su alrededor…
En caso de que iniciemos la práctica proponiendo directamente a los/as alumnos/as que filmen autónomamente, será interesante que pongamos antes en común estas preguntas.
Nuestros planos tendrán una duración de como mínimo un minuto y a lo largo de este tiempo estaremos muy atentos a lo que ocurre en el plano y nos pondremos de acuerdo en el momento de cortar, para evitar finalizar el plano justo cuando, por ejemplo, un pájaro cruza el encuadre o cuando se oyen unas campanadas.
Es muy importante que antes de empezar a filmar, establezcamos un protocolo. Una de las personas del grupo dará las indicaciones: 1) ¿Estamos todos/as preparados?; 2) Cuando sea así, dará entrada al cámara “¿Cámara?”; 3) Y el cámara, cuando empiece a grabar: “Grabando” (o justo antes de grabar, si no podemos editarlo posteriormente); 4) cuando nos miremos y decidamos que podemos finalizar el plano, esa persona tocará la espalda de quien esté filmando para que este corte y después diga “Hemos cortado”.
Para acabar, celebraremos la filmación aplaudiendo y después comentando qué hemos apreciado durante el tiempo del plano, si ha sucedido algo particular, qué nos ha sorprendido…
El montaje
Si se puede organizar, es interesante montar los planos filmados. De este modo, pasarán de ser un plano a adquirir entidad de pequeño film.
Proponemos incluir antes del plano o de los planos, un cartel previo presentando nuestro árbol y situando nuestro film en el tiempo. Por ejemplo: “Barcelona, 20 de octubre de 2020. Filmamos el árbol que vemos desde nuestra clase. Es una acacia.”; “Vilnius, 10 de octubre de 2020. Filmo el árbol que veo cada día cuando salgo de casa.” O “Tenorio, 10 de octubre de 2020. Me gusta cómo el viento hace brillar las hojas del chopo.” O “Brück, 2020. Me fascinan los colores del nogal en otoño.”
En el caso de que montemos más de un plano del árbol, prestaremos mucha atención a la duración y a los momentos de cambio de plano.
Al final del montaje, incluiremos un crédito en el que conste el nombre del autor o autora, la escuela y el curso escolar.
Visionado y comentario de las filmaciones
Es interesante que cada grupo de alumnos presente su plano a los compañeros, explicando sus elecciones, los descubrimientos, las decisiones tomadas… Será un momento importante para asentar conocimientos y para poner en valor esos primeros planos.
Cuando los/as alumnos/as empiecen a filmar también por su cuenta, será muy importante y valioso que encontremos el tiempo para compartir, comentar y valorar sus planos.
Continuidad de la propuesta
Hay infinitas posibilidades en relación con los retratos de árboles. Apuntamos dos:
– “Catálogo de árboles”. Puede ser muy bonito, a partir de los planos filmados por cada alumno/a, crear un pequeño catálogo cinematográfico de árboles de nuestro barrio, pueblo, ciudad. El fragmento de Agnès Varda puede resultar inspirador en este sentido.
– “Diario de un árbol” a lo largo de los meses. Veremos cómo cambia con las estaciones, las horas del día, las meteorologías (con y sin viento, lluvia, sol)…
ASPECTOS ORGANIZATIVOS A TENER EN CUENTA EN LA FILMACIÓN
En los rodajes colectivos, trabajamos en grupos de entre 4 y 6 alumnos/as.
Prevemos franjas 1 hora o 1 hora y media para filmar el primer plano.
Utilizamos una sola cámara por grupo y tratamos de garantizar que todos/as los/as alumnos/as participan activamente en la preparación y el rodaje de los planos.
Durante las tomas, siempre nos situamos todos/as detrás de la cámara.
Mientras filmamos, todos permaneceremos totalmente en silencio, pues trabajamos con el sonido del mundo que filmamos. Antes de empezar a filmar, estableceremos un código mediante gestos para el caso de que tengamos que comunicarnos entre nosotros mientras filmamos, por ejemplo, para avisarnos de que algo interesante de filmar va a entrar en el plano (unos pájaros, alguien caminando, un tren que se acerca…), para decidir seguir filmando o para dejar de hacerlo.
Es interesante, una vez finalizado el rodaje, disponer de un tiempo para anotar todo aquello que hemos aprendido (podemos hacer una lista de “Descubrimientos”) y para comentar nuestra experiencia con el resto de grupos.
MATERIALES Y EQUIPAMIENTO NECESARIOS
Cámara de vídeo o de fotografía en modo vídeo, para los rodajes en grupo.
Cámaras domésticas de foto o vídeo, o teléfonos móviles para el rodaje de los/as alumnos/as fuera de la escuela.
En el caso de que montemos los planos, ordenador con un programa de edición. El Kdenlive, de programa libre, es una opción interesante.
ALGUNOS REFERENTES CINEMATOGRÁFICOS
Filmar los árboles
Empezaremos visionando y comentando detenidamente uno o dos visionados. Después, puede ser interesante ver dos seguidos y comentarlos juntos.
En todos los fragmentos propuestos para inspirar esta propuesta, podemos preguntarnos por:
– ¿Desde dónde ha decidido filmar el/la cineasta y a qué distancia? ¿Qué le ha movido a hacerlo así?
– ¿Nos muestra el árbol en contexto? ¿Qué sucede a su alrededor?
– ¿Cómo ha captado la luz, el viento, la meteorología? ¿Qué elecciones ha hecho?
Son cuestiones que nos acompañarán también cuando nosotros/as filmemos los árboles.
También podemos partir de los árboles filmados por los/as cineastas, para pensar en los árboles que tenemos en nuestro entorno y que intuimos pueden resultar especialmente interesantes cinematográficamente.
D’Est / Desde el Este, de Chantal Akerman (Bélgica, Francia, Portugal, 1993)
En D’Est Chantal Akerman traza un recorrido desde la Alemania Oriental hasta Moscú pasando por los países bálticos y Polonia (en lo que fueron los lugares y paisajes de su familia). Desde finales de verano hasta el invierno más crudo, la cineasta filma, en sus propias palabras, «todo lo que se transforma lentamente durante el viaje: los rostros y los paisajes». Prácticamente toda la película se compone de largos planos en travelling (siempre de derecha a izquierda) y también largos planos fijos, a menudo retratos en los interiores de las casas.
El plano puede ser enormemente inspirador para nuestros retratos de árboles, tanto si vivimos en la ciudad como si vivimos en un pueblo o en el campo.
Akerman compone el encuadre de tal modo que el árbol ocupa toda la parte derecha y toda la altura del plano (el final de la copa coincide con el límite del encuadre), mientras que la mitad izquierda del encuadre queda abierta a un aparente vacío que será poblado primero por un coche que cruza en primer término y, tras una pausa de silencio, un pequeño perro que precede un carro anunciado ya por su sonido en fuera de campo.
Es interesante que nos fijemos también en que el cruce de caminos se sitúa en el centro del plano, mientras que la altura del horizonte, más o menos un tercio, da mucho espacio al cielo. Es bonito, precisamente, cómo la nube puntúa el cielo casi como en diálogo con la copa del árbol.
El amplio campo / Das weite Feld, de Volker Koep (República Democrática de Alemania, 1976)
Este es el primero de los tres filmes que componen Landscapes, la trilogía de Volker Koep sobre la transformación de la vida y los paisajes de la RDA.
«Volker Koepp da forma en esta película a un valioso retrato de la ciudad de Häsen vinculando de una manera maravillosa la historia del desarrollo de la pequeña ciudad con las biografías de sus habitantes, que nos hablan de sí mismos de forma meditativa y divertida».
Podemos ver seguidos los retratos de dos árboles exhuberantemente florecidos. En los dos casos, retrata los árboles en dos planos: el primero cerrado, sobre la copa –probablemente fascinado por las flores– y el segundo mostrando el árbol en su contexto.
Resulta muy interesante el trabajo con el sonido. El primero de los retratos se abre con un intenso sonido del viento en el árbol; el mismo sonido tiene continuidad en el siguiente plano en el que ni siquiera oímos el coche que recorre el camino. Igualmente intensos son el zumbido de las abejas y el cantar de los pájaros en el segundo retrato.
Nieve de otoño / Rudens sniegas, de Valdas Navasaitis (Lituania, 1992)
Nieve de otoño es un retrato de la vida rural y una reflexión sobre el ciclo de la naturaleza y la vida. La cámara captura lentamente los días en el pueblo, a sus habitantes y la rutina diaria: ganado pastoreando en los prados, un perro extraviado y desde la distancia una marcha fúnebre camino del cementerio.
Tras visionar el plano de Navasaitis podemos proponer a los/as alumnos/as que lo dibujen de memoria. Se trata de un plano muy pictórico.
Estaremos también especialmente atentos al sonido.
Finalmente, podemos reflexionar sobre el paso del tiempo. Como indica el título de la película, el pueblo vive un otoño frío, crudo; al árbol ya se le han caído todas las hojas y podemos ver su trono y sus ramas inclindas. Alrededor del árbol, a pesar de la nieve y el frío, la vida y los trabajos siguen.
¿Podemos imaginar cómo sería es mismo plano por noche y filmado en color? ¿Y en la primavera y el verano?
Puede verse el filme completo en http://www.sinemateka.lt/en/documentary#autumn-snow
A lo largo de la costa / Du côté de la Côte, de Agnès Varda (Francia, 1958)
Con su alegría y su humor característicos, Agnès Varda hace una visita turística y documental a la Costa Azul francesa, capturando su exotismo, los colores del turismo y las sombrillas, entre el Carnaval y el Edén.
En esta breve secuencia elabora un sencillo y hermoso catálogo de los árboles (y arbustos) característicos de la Costa Azul, disfrutando de la luz y del brillo de los colores. Fijémonos, por ejemplo, en cómo el amarillo de la mimosa –iluminado por el sol- luce sobre un fondo oscuro y desenfocado (probablemente la montaña) o cómo se alza el ciprés contrastando con el límpido azul del cielo.
La forma en la que Varda filma y describe los árboles puede inspirarnos para crear nosotros/as también, colectivamente, un catálogo de los árboles de nuestro entorno.
Nueva ola / Nouvelle Vague, de Jean-Luc Godard (Suiza, Francia, 1990)
Jean-Luc Godard es sin duda uno de los grandes cineastas de la historia, capaz de pensar, reinventar y repensar el cine en cada una de sus películas. En sus películas, parecen reunirse todas las artes: la música, la pintura, la literatura…
Este es un fragmento muy diferente de los anteriores. Hasta ahora los árboles han sido retratados frontalmente y hemos podido verlos en conjunto y en contexto. Godard, con su plano, parece más bien restituir una sensación o, mejor, un conjunto de sensaciones:
Podemos iniciar el comentario del fragmento con el grupo preguntándonos precisamente por las sensaciones que nos transmite: el viento suave, la luz que se filtra directamente hacia nosotros/as entre las ramas, la inmensidad del árbol. Aunque nos las vemos, tal vez podemos sentir la rugosidad y el grosor de las raíces, la textura del árbol y la humedad de la tierra… Quizás nos evoca un momento de pausa en el camino, quizás el despertar tras una siesta bajo el árbol, tal vez una larga conversación con amigos…
Seguiremos preguntándonos por cómo ha sido filmado el plano: ¿Dónde se sitúa la cámara? ¿Cómo es el movimiento (dirección, ritmo, dónde se inicia y dónde se detiene)?
¿Conocemos algún árbol que desearíamos filmar de este modo?
ALGUNOS REFERENTES PICTÓRICOS Y FOTOGRÁFICOS
Como ya apuntábamos, el motivo del árbol recorre buena parte de la historia del arte, desde las pinturas tradicionales árabes hasta el impresionismo y la fotografía.
Será bonito e interesante ver cuadros de pintores “amantes” de los árboles: Vincent Van Gogh, Paul Cézanne, Gustave Klimt o Piet Mondrian son algunos de ellos.
ALGUNAS PRÁCTICAS DESARROLLADAS EN LOS TALLERES MOVING CINEMA
Filmado por un grupo de alumnos de 16-17 años del Anykščiai Jonas Biliūnas gymnasium (Anykščiai, Lituania)
Filmado por Buxu Yang, alumno de 11 años del CEIP Ntra Sra de la Fuencisla (Madrid)
Filmado por Nahomi González Verde, alumna de 14 años del CPI Manuel Suárez Marquier (O Rosal, Galicia)
Filmado por un grupo de alumnos de 10-12 años del Kretinga Simonas Daukantas progymnasium (Kretinga, Lituania)
Filmado por Jana Araguàs, alumna de 15 años del Institut Tremp (Tremp, Cataluña)
Películas
ALGUNAS PELÍCULAS DEL CATÁLOGO DE LOS JÓVENES PROGRAMADORES RELACIONADAS CON ESTE KIT
Ser y estar / Etre et Avoir, Nicolas Philibert (Francia, 2002)