Nicolas Philibert
 
  
				
		A De chaque instant Nicolas Philibert sigue de cerca los estudiantes de un hospital universitario de París y retoma uno de los ejes que vertebran su filmografía: la educación y los procesos de aprendizaje. Clases teóricas, simulacros, residencias de especialidad y evaluaciones: aprender es aquí —como en Ser y tener (2002)— un elemento clave del desarrollo personal. El film habla también del cariño hacia los pacientes, los miedos, las exigencias y las responsabilidades de la profesión. El film se aleja de todo artificio y homenajea, con gran emotividad, delicadeza y humanismo, una profesión a menudo relegada a un segundo plano. De chaque instant es también un brillante retrato coral del primer contacto con la enfermedad, la fragilidad, el sufrimiento y el cuidado. Y, como en toda la obra de Philibert, trasciende aquello que muestra para descubrirnos lo que nos hace más humanos.
Texto elaborado por los Jóvenes Programadores Moving Cinema D’A