Diana Toucedo
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
				
		No podemos olvidar nuestro pasado cuando nuestros familiares aún continuan desaparecidos.
Los actos de los hombres en vida configuran nuestra Historia. Pero… ¿en qué momento de nuestra vida pierde uno la propia? Muchas mujeres que hoy esperan en el interior de sus casas, de sus cocinas al hombre que se fue, al hijo, al padre… mantienen una herida abierta que nunca se ha cerrado. Suspendidas en el tiempo, laten incansables en la espera. La muerte o ellas.
