Germaine Dulac
 
  
				
		Evoco a una bailarina. ¿Una mujer? No. Una línea que rebota con ritmo armonioso. Evoco una proyección lumínica entre velos. ¿Materia concreta? No. Ritmo fluido. ¿Por qué debería uno dejar en la pantalla el placer que el movimiento nos provoca en el teatro? Armonía de líneas. Armonía de luz. Líneas, superficies, volúmenes que evolucionan sin el artificio de la evocación, en la lógica de sus formas, desposeídos de cualquier sentido humano, permitiendo elevarse hacia la abstracción, dando así más espacio para las sensaciones y los sueños. - Germaine Dulac