Dos años después de La Reconquista (2016), rencontramos a Pablo y Candela paseando juntos por las calles de Madrid. Ellos son el origen de Quién lo impide y siempre serán nuestros eternos principiantes. Nos detenemos en ellos y nos arriesgamos a imaginar algunas de sus aventuras amorosas y dudas existenciales, en una pieza que en realidad son dos, aunque funcionan a modo de espejo la una de la otra.

Candela narra la historia de Pablo; después, es él quien pone voz al relato de Candela. Son dos historias encadenadas por la experiencia de las primeras veces, de aquello que son, al fin y al cabo, veces únicas: sentirte solo en relación con lo que te rodea, enamorarte por primera vez, descubrir el cine. Ante la imposibilidad de revivir la primera vez, Jonás Trueba decide recrearla y celebrarla.

Es una de las cuatro piezas que -por el momento- integran el proyecto Quién lo impide, una llamada a transformar la percepción que tenemos sobre la juventud y una forma de entender la creación cinematográfica: más libre y abierta.

Texto elaborado por los Jóvenes Programadores Moving Cinema D’A a partir de escritos de Jonás Trueba