Johan van der Keuken
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
				
		Van der Keuken reúne diverso material sonoro y visual: recuerdos de un matrimonio de ancianos, fotos personales de sus vacaciones, el saxofonista Ben Webster, poemas y un retrato de su abuelo que le introdujo en el mundo de la fotografía. Una representación en la que los distintos espacios fluyen entre sí incitando a la reflexión sobre la tensión entre el cine y la fotografía, el tiempo detenido y la imagen en movimiento. Van der Keuken revisa y reformula, como un alquimista, sus propios principios estéticos y muestra cómo éstos enlazan con su propio entorno social.