Diana Toucedo
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
    
  
 
  
				
		En un pueblo del sur de Galicia, las mariscadoras trabajan en la playa. Cuerpos, manos, gestos, voces que nos golpean como procedentes de un mundo que no conocemos. Y que dan forma a una película que quiere ser realista, pero que no puede evitar adentrarse en un universo estético en el que poco a poco encuentra un sentido político.