En una noche de fiesta, Edu recibe la visita de su ex, Àlex, que le comunica que ha dado positivo en la prueba del VIH. Esa misma noche, Edu no reacciona y sigue bailando.  Con una cámara pegada a los cuerpos y atenta a los elementos más cotidianos, Después también recorre el viaje emocional de Edu desde que decide hacerse el test hasta que asume compartir su situación. Desde la duda y la incomunicación hasta su aceptación, deambulamos por las calles de la ciudad, como lo hacía la protagonista de Cléo de 5 à 7, de Agnès Varda. Igual que en Estiu 1993, los gestos aparentemente más corrientes son los que permiten hacer avanzar una historia que, de nuevo, es luminosa pese a su inicio. El film nos prepara para un final silencioso, íntimo y pausado, que deja claro que la confianza surge cuando dos personas se aproximan.

Texto elaborado por los Jóvenes Programadores Moving Cinema D’A